El pasado jueves 30 de junio el Senado convirtió en ley la creación del Parque Nacional Ansenuza.
Para tener una dimensión de su extensión, basta con decir que, en el área total del mismo, cabe 17 veces la superficie de Capital Federal, 12 Termas de Rio Hondo, 213 Lago San Roque y 6 Mar Muerto. Por si esto no fuera suficiente, el lugar aloja al 30 % de la avifauna -conjunto de especies de aves- de la Argentina.
Ubicado en Córdoba, el nuevo parque abarcará la Laguna de Mar Chiquita o Mar de Ansenuza – el más grande de América del Sur y el quinto a nivel mundial – y los bañados de Río Dulce. Es el tercer Parque Nacional que se crea en la provincia, después del Parque Nacional Quebrada del Condorito y el Parque Nacional Pinas.
Ansenuza se destaca, además, como uno de los 3 lagos – junto con el Mono Lake de California y el Gran Lago Salado de Utah (ambos norteamericanos)- a través de los que un centenar de aves trazan anualmente su migración hemisférica. Este sitio es el hogar de especies como pumas, corzuelas, zorros pampeanos, pecaríes de collar o el amenazado aguará guazú.
A su vez, Ansenuza es un lugar ideal para el avistaje de aves: el 85% de las 447 especies que habitan la provincia de Córdoba están presentes en esta cuenca endorreica.
Juán Cabandié, ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de La Nación, afirmó: “La creación del Parque Nacional Ansenuza tiene relevancia mundial por tratarse de un sitio clave para la conservación de la biodiversidad a nivel global. Además de su importancia para el cuidado del ambiente, representa un gran atractivo para impulsar el turismo de naturaleza en la zona”.